Durante una entrevista de trabajo, es indispensable siempre ser consecuentes con lo que hacemos o decimos. En este sentido, es un error bastante grave que mientras decimos algo, nuestro lenguaje corporal lo esté desmintiendo.
Sin lugar a dudas, la expresión verbal no es el único medio de comunicación con el que cuenta una persona. Si bien a veces no nos damos cuenta de ello, el cuerpo también expresa constantemente mensajes que pueden ser interpretados con facilidad por un entrevistador.
Por esta razón, es indispensable que la expresión verbal y el lenguaje corporal se encuentren plenamente coordinados. Si nuestra voz dice algo, pero nuestro cuerpo dice otra cosa, es probable que el entrevistador dude de nosotros. Esto, evidentemente, nos restará puntos en una entrevista.
Por todo ello, debes asegurarte siempre de que si dices que puedes cumplir satisfactoriamente con cierta función, tu mirada, tus gestos, tu expresión y tu tono de voz también estén diciendo lo mismo.