Para muchos estudiantes a punto de acabar la universidad o graduados con unos años de experiencia, la pregunta de hacer o no un máster o estudio de posgrado resuena con más o menos fuerza en su cabeza. Al finalizar la universidad, son muchos los que optan por coger algo de experiencia y por ello, se lanzan al mercado laboral, con un sus CV bien rellenados y con la esperanza de conseguir, por fin, esa oportunidad que se merecen. Sin embargo, otros optan por seguir estudiando y especializándose.
Los estudios de máster se han convertido en una de las opciones más populares para los recién graduados ya que ofrecen la oportunidad de especializarse en una materia, aumentando las competencias y conocimientos que se han comenzado a adquirir en los años de universidad. Además, estudiar un master ayuda a crear un nuevo tipo de madurez. Ya no eres un estudiante más en la universidad. Ahora ya tienes tu título, y trabajas con compañeros en tu misma condición (o incluso con muchos años de experiencia laboral). De esta manera se crea una nueva dinámica de trabajo, que contribuye a crear la confianza en uno mismo y a enfrentarse a un puesto de trabajo de una forma más profesional y con más seguridad. Además, para acceder a ciertas ofertas de trabajo o puestos (como pueden ser los relacionados con las profesiones más demandadas) es recomendable disponer de titulación de posgrado.
El precio es otro de los factores que muchos jóvenes licenciados y profesionales en busca de ampliar sus conocimientos o una especialización tienen en cuenta a la hora de seleccionar un curso de posgrado sobre otro (curso y centro de estudios). A pesar de que el precio es un factor decisivo, lo cierto es que muchas universidades y centros de estudios superiores ofrecen becas y muchas facilidades económicas para sus estudiantes.
Pero, ¿y en la práctica? ¿Puede ayudarte hacer un máster a conseguir un trabajo mejor? Lo cierto es que sí, ya que es uno de los factores que los empleadores valoran en los candidatos. Pero no se trata sólo de conseguir una titulación superior, se trata también de lo que haces a partir del momento en que lo empiezas
Por ejemplo, un estudio de posgrado en márketing digital te permitirá ampliar tus conocimientos de analítica, social media y márketing web. Y aunque está claro que puedes adquirir estos conocimientos fuera de un aula, los fundamentos teóricos reforzados con la práctica serán lo que te hagan diferenciarte del resto. Por ello, un valor añadido de muchos programas de posgrados (un ejemplo son todos los máster de la Universidad de Alcalá) es el catálogo de empresas en las que ofertan prácticas o el poder hacer networking con profesionales del sector.
El networking es quizás una de las mejores formas de abrir puertas a ciertas oportunidades laborales, ya que podrás darte a conocer en los círculos adecuados. Ser proactivo es increíblemente importante en lograr los resultados deseados para un curso de posgraduados. Dedicar un año o dos de tu vida a completarlo es una ventaja, pero no es lo único que hace falta para mejorar la empleabilidad y trabajar como estudiante. Para muchos, realizar cualquier tipo de estudio para mejorar las oportunidades profesionales en el futuro es una apuesta. Pero.., aprovechar esas oportunidades, es la mejor de las inversiones.
En general, está claro que un máster puede ser beneficioso para aquellos que buscan ampliar su cv, mejorar sus oportunidades laborales, desarrollar nuevas capacidades o un nuevo reto. ¿Ya tienes decidido qué máster vas a hacer?