Controlar los nervios en una entrevista de trabajo
Cuando acudimos a una entrevista de trabajo es normal que nos pongamos nerviosos. Probablemente, de esa entrevista depende nuestro futuro, nuestra oportunidad de progresar y, en general, una mejora para nuestra vida.
Por esta razón, los entrevistadores normalmente entienden que los entrevistados estén un tanto nerviosos. En este sentido, unos nervios reducidos, que sean evidentes al principio pero que se vayan perdiendo a lo largo de la entrevista, no son un mayor problema.
Sin embargo, el nerviosismo extendido a lo largo de la entrevista es definitivamente un mal síntoma. Incluso, ciertos entrevistadores podrían interpretarlo como una actitud falsa o una mentira constante. Entonces, si bien podemos estar un poco nerviosos durante una entrevista laboral, no podemos permitirnos que esos nerviosos nos controlen de manera prolongada.