Todas las personas indudablemente tienen algunos puntos débiles y estos saldrán a la luz en una entrevista de trabajo. Los expertos recomiendan que, en vez de negar alguna debilidad durante una entrevista, es preferible darle la vuelta y convertirla en una virtud.
Antes de acudir a una entrevista de trabajo es importante que hagas una lista con tus debilidades o defectos. Evidentemente, es preferible ser lo más sincero posible, ya que es mejor que tengas una respuesta preparada para cada defecto, en vez de que el defecto salga a la luz en plena entrevista y no sepas qué responder.
A partir de esta enumeración, debes tratar de ver algún aspecto positivo de cada una de estas debilidades. La mejor manera de hacerlo es siempre buscando el aprendizaje que has adquirido o las iniciativas que has aplicado como solución.
Por ejemplo, si consideras que es una debilidad que seas demasiado joven, pueden argumentar que tu juventud es también sinónimo de ganas de aprender y de aplicar todo lo aprendido en tus estudios. Del mismo modo, si has pasado un tiempo desempleado, puedes justificarte diciendo que ese tiempo lo dedicaste a formar algunos aspectos que considerabas necesarios.