Muchas veces no basta tener un excelente curriculum vitae para conseguir un empleo. Por más que tengamos la mejor preparación y experiencia, si no contamos con la motivación suficiente, nunca podremos obtener el puesto de trabajo que deseamos.
Por lo general, el entrevistador dedicará una parte de la entrevista a hablar sobre tu preparación, sobre tu experiencia, sobre lo que podrías aportarle a la empresa, etc. Sin embargo, existe un aspecto que trasciende todas estas partes y, por ende, está presente en todas. Ese aspecto es la motivación.
La motivación se evalúa a lo largo de toda la entrevista. Cuando el entrevistador te hace preguntas sobre tus objetivos profesionales, tu disponibilidad, tus deseos de superación, tus aficiones personales, etc., siempre toma en cuenta la motivación que reflejas.
La motivación es tan importante para obtener un empleo que, en ocasiones, podría compensar algunas carencias de tu formación o experiencia.