Cómo valorar tu propia entrevista de trabajo

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La primera entrevista de trabajo es la más temida por la mayoría. Y es que en cada lugar es más o menos informal, pero normalmente suele ser un momento muy tenso por ambas partes, ya que en un corto periodo de tiempo la empresa debe calificar a una persona como apta o no para un puesto de trabajo que interfiere directamente en su economía.

Por ello, el mejor consejo que podemos dar, es que si te encuentras en búsqueda activa de trabajo, no descartes en exceso las posibles entrevistas, ya que la mejor manera de sentirse cómodo en una entrevista es con la experiencia. Por ello da un paso hacia delante y arriésgate a solicitar candidatura en un rango más amplio de ofertas de trabajo de la que tenías pensado, no te niegues oportunidades por perseguir un perfil específico.

Probablemente para estar tranquilo y demostrar que eres apto en aquel puesto de trabajo específico que buscas, has tenido que realizar muchas entrevistas antes.  Por tanto, empieza cuanto antes. Mejorar en cada entrevista de trabajo también es un objetivo.

Te damos algunas claves para saber cómo valorar tu propia entrevista de trabajo.


¿Has acertado con tu imagen?

Antes de ir a una entrevista de trabajo, debes investigar sobre la empresa,  imágenes, artículos, equipo. Todo ello te aporta información de su personalidad como colectivo.  Acorde a eso, puedes elegir la versión de ti mismo que mejor encaje en aquel lugar al que has enviado tu candidatura y del que pretendes entrar a formar parte.

¿Te has formado específicamente para la entrevista?

Además de tu formación académica, experiencia y habilidades, en cada puesto de trabajo tienen unas necesidades muy concretas.  Puede que el 25% no las controles, para ello debes realizar tu propia formación específica, para al menos estar al corriente de qué es aquello que exigen. Es fácil ponerse al día por internet o adquiriendo algún manual específico.

¿Te has vendido bien?

Es decir, si al salir de la entrevista piensas que ha quedado claro todo aquello que tu puedes aportar a la empresa y concretamente al puesto de trabajo, ten por seguro que te consideraran para cubrir la vacante.

¿Has conseguido no equivocarte?

Lo mejor que podemos hacer antes de ir a una entrevista es detectar aquello que solemos hacer y que no procede. Por ejemplo, algún movimiento característico al hablar que resulte molesto al que nos escucha, o hablar excesivamente alto, no dejar hablar, no escuchar bien, interrumpir cuando se te habla, etc.

Todos tenemos algún defecto a la hora de dialogar que podemos mejorar, pero sobre todo es importante tenerlo en cuenta. Un truco es realizar tu propia checklist, y que a la salida de la entrevista puedas valorar si has conseguido esquivar lo que no hay que hacer en una entrevista de trabajo.