El mercado laboral exige cada día un mayor conocimiento de los idiomas, en particular del inglés. La internacionalización de las empresas y el fenómeno de la globalización han revolucionado las formas de buscar trabajo. Hoy, las ofertas y oportunidades pueden localizarse en cualquier parte y hay que estar muy pendientes y preparados para afrontar los nuevos retos.
El conocimiento de los idiomas no solo abarca el ámbito verbal. Si optamos a un puesto en una empresa internacional y queremos que nos llamen para una entrevista de trabajo será primordial adaptar nuestro currículum al inglés. Y eso exige un buen dominio de la lengua. Un CV mal traducido puede crear confusión y ofrecer una idea equivocada de nosotros, lo que nos cerrará las puertas a cualquier entrevista. Por eso es importante pedir ayuda a un profesional.
En la actualidad, los servicios de traducción profesional en línea están ayudando a multitud de personas en la redacción de sus currículums. Un ejemplo es la empresa Protanslate.net, que ofrece la traducción de documentos de todo tipo a más de 60 idiomas. El equipo está formado por traductores profesionales especializados en diferentes ámbitos, capaces de adaptar textos legales, académicos, tecnológicos, médicos, etc.
Contar con un servicio de estas características aumentará exponencialmente tus posibilidades de conseguir una entrevista y, de paso, superarla con éxito.
Aspectos fundamentales en la redacción de un CV en inglés
La traducción de un currículum vitae online buscará siempre la equivalencia correcta en las expresiones, huyendo de la literalidad. Pero adaptar un CV al inglés también abarca otros aspectos, como la estructura y la equiparación de títulos.
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Equivalencia en las titulaciones
El sistema educativo español es muy distinto al anglosajón, y lo mismo ocurre con las titulaciones. Algunas carreras que se cursan en España no existen en otros países, por lo que es necesario prestar mucha atención a la traducción y buscar la equivalencia correcta. De lo contrario, el destinatario puede extraer una conclusión equivocada de nuestro historial académico.
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Atención a las traducciones literales
Si queremos dejar patente nuestra experiencia en alguna materia, como por ejemplo el uso de determinados programas informáticos, hemos de buscar una expresión adecuada y evitar siempre las traducciones literales. “Nivel usuario” no se traduce como “user level”; habría que buscar una equivalencia, como good knowledge, por ejemplo.
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No mentir en el nivel de inglés
Dice el refrán que “se coge antes a un mentiroso que a un cojo”, y en idiomas es más que evidente. Si nuestro inglés es mediocre, no vale la pena afirmar que dominamos la lengua a la perfección porque enseguida se va a notar. Siempre es preferible la sinceridad.
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Estructura del CV
Los currículums en español suelen estructurarse poniendo en la información académica por delante de la experiencia profesional. En los países anglosajones el mecanismo es distinto: el apartado profesional va antes que los datos académicos y se redacta de manera cronológica empezando por la experiencia más reciente. De esta manera, el personal de recursos humanos encuentra en primer lugar la información que más le interesa, que es siempre el currículum laboral.
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¿Datos personales?
En países como EE.UU. la legislación contra la discriminación prohíbe aportar datos personales en los CV. Por tanto, debe eliminarse información como la edad o la situación familiar. Tampoco hay que poner ninguna foto. Por el contrario, sí es interesante reflejar las aficiones y los intereses personales. Son detalles que refuerzan la personalidad del candidato.